Los esfuerzos combinados de las Fuerzas Armadas Reales, las autoridades locales, la Protección Civil y el personal médico permitieron a la población local encontrar a sus seres queridos sepultados bajo los escombros, o al menos acompañar a un ser querido a su última morada con resignación y fe ante la voluntad divina.
Las llamadas de socorro realizadas por las víctimas de la catástrofe en las primeras horas de la tragedia, recogidas por otros ciudadanos y retransmitidas en las redes sociales, permitieron a los socorristas llegar a las zonas afectadas, determinar la naturaleza de los daños y definir los medios de intervención más adecuados.
En plena operación de búsqueda y rescate, Hamid El Mouataz, comandante regional de la Protección Civil en Marrakech, declaró que este organismo ha desplegado todos los medios logísticos y humanos para garantizar una gestión rápida y adecuada de las consecuencias de esta catástrofe natural.
Se ha creado una unidad de crisis para evaluar y controlar la situación, y se han movilizado todos los recursos de rescate, paramédicos y de alojamiento, añadió en declaraciones a la MAP.
Abderrahman, uno de los supervivientes del seísmo de Amizmiz, ensalzó los «esfuerzos colosales y sostenidos» realizados desde las primeras horas de la tragedia por las distintas partes implicadas para abrir las carreteras, retirar los escombros, rescatar a los supervivientes y prestar asistencia médica a los heridos.
Al igual que muchos de sus vecinos, Abderrahman expresó su satisfacción por la ayuda prestada por las autoridades y los servicios concernidos, a pesar de los terrenos accidentados y de las carreteras cortadas por los deslizamientos de tierra tras el seísmo. Afirmó que tanto él como los demás vecinos se sentían alentados por la llegada de las tiendas de campaña que servirán de alojamiento temporal.
