El diputado conservador Daniel Kawczynski, que inició el debate, señaló que varios de los aliados del Reino Unido, entre ellos España, Francia, Países Bajos y Alemania, reconocen que el plan de autonomía de Marruecos es «la mejor opción para garantizar un futuro próspero para la región».
Marruecos es «un socio estratégico fiable, que posee todos los atributos de una democracia moderna, con el que podemos y debemos construir fuertes lazos comerciales, políticos y de seguridad», afirmó.
Por su parte, el diputado conservador Liam Fox consideró que el plan de autonomía es «la única solución posible y la única manera de crear progreso para aquellos que viven en la región y desean ver no sólo seguridad y estabilidad, sino también desarrollo económico y progreso democrático».
En cuanto al diputado laborista Fabian Hamilton estimó que «una de las cosas más importantes para la resolución de cualquier conflicto es el desarrollo económico y la reducción de las desigualdades entre los más ricos y los más pobres», destacando los esfuerzos de Marruecos por desarrollar las provincias del sur.
Para la diputada laborista y miembro del gabinete en la sombra, Lyn Brown, «el statu quo ha sido perjudicial para la región y para los intereses del norte de África», citando la necesidad de «soluciones creativas» para hacer avanzar el conflicto.
Por su parte, el diputado conservador y ministro de Estado de Asuntos Exteriores, David Rutley, subrayó el carácter ancestral de la asociación entre el Reino Unido y Marruecos, que «sigue fortaleciéndose con una colaboración cada vez más estrecha en ámbitos nuevos y existentes».
«Esperamos seguir desarrollando nuestra relación y estamos convencidos de que una solución a la cuestión del Sáhara desbloquearía un enorme potencial», afirmó, concluyendo que el Reino Unido apoya los esfuerzos de la ONU para encontrar una solución política y cree que el proceso de la ONU es la mejor manera de lograr un acuerdo duradero y mutuamente aceptable.
