El presidente de la Fundación española «Avina», Pedro Macarrón, denunció ante los miembros de la Comisión los abusos que sufren en particular los niños en estos campamentos situados en el suroeste de Argelia, señalando que miles de jóvenes «son sometidos por la banda armada del “polisario” a prácticas inaceptables que violan sus derechos más elementales».
Por su parte, Hamada Bouihi, ex miembro del «polisario», denunció la «política criminal del grupo terrorista +polisario», que somete a las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf a «las peores formas de violación de los derechos humanos».
M’Rabih Ahmed Mahmoud Adda, uno de los fundadores de la asociación Assomoud, cuyo objetivo es reivindicar el derecho a la libertad de expresión y de circulación, relató las torturas que sufrió a manos de los torturadores en estos campos y señaló las «violaciones sistemáticas a las que se dedican los dirigentes de la banda criminal del polisario como único medio de mantener su posición con el apoyo del país de acogida».
Para otros peticionarios, como la estadounidense Nancy Huff, presidenta de UN Teach Children International, y la jordana Amal Jbour, es hora de que la comunidad internacional actúe contra estas violaciones, así como contra la malversación a gran escala de la ayuda humanitaria destinada a la población de los campamentos.
En la misma línea, Lemaadla Zrug, presidenta de la Asociación Saharaui contra la Impunidad en los Campamentos de Tinduf (ASIMCAT), denunció el estado de anarquía que reina en los campamentos de Tinduf, donde las milicias del «polisario» perpetran violaciones sistemáticas con el beneplácito del país anfitrión, Argelia.