Según el comunicado final de la 15ª Cumbre, las entidades separatistas suponen una amenaza para la estabilidad política y securitaria en varias regiones, incluido el continente africano, y son tan peligrosas como los grupos terroristas y extremistas, dada su alianza ideológica y los medios financieros, tácticos y prácticos de que disponen.
Los países miembros de la OCI están llamados a adoptar un enfoque global e integrado para redoblar sus esfuerzos en la lucha contra los factores que alimentan la propagación del extremismo, el terrorismo y el separatismo, recalcó el documento.
La Cumbre de la OCI también expresó su apoyo a la seguridad, la estabilidad, la soberanía y la integridad territorial de los países del Sahel y de la cuenca del lago Chad, y su oposición a cualquier injerencia exterior en estos países.
También subrayó la decisión de Mali de optar por un enfoque que permita a los malienses tomar las riendas de la operación de paz estableciendo un marco de diálogo entre las partes malienses para lograr la paz y la reconciliación, lo que significa abandonar definitivamente el acuerdo llamado de Argel firmado en 2015.