Así, se instalaron tiendas de campaña en todas las aldeas afectadas por el terremoto, especialmente en la comuna de Adasil, en la provincia de Chichaua, una de las zonas más damnificadas por el desastre natural.
Gracias a los esfuerzos de todos los participantes, se procedió al realojamiento en tiendas de campaña a todos los habitantes, cuyas casas fueron total o parcialmente demolidas por el seísmo, lo que les permitiría protegerse también contra toda eventual intemperie, precisan las mismas fuentes.
La misma dinámica de realojamiento se observó en las otros pueblos y aduares afectados por el terremoto que, según un último balance oficial provisional, causó 2.946 muertos y 5.674 heridos.
El acceso a los pueblos y a los aduares siniestrados está garantizado gracias a la movilización ejemplar y continua de las autoridades locales, las Fuerzas Armadas Reales, la Fundación Mohammed V para la Solidaridad, la Media Luna Roja Marroquí, la Gendarmería Real, las Fuerzas Auxiliares, elementos de Protección Civil y otros intervinientes.
Se han emprendido esfuerzos colosales que permitieron, pocas horas después del terremoto, llegar a entregar víveres y ayudas alimentarias a las poblaciones damnificadas, por vía aérea y terrestre.