En declaraciones a la MAP tras el funeral de Aïcha El Khattabi este jueves en Casablanca, en presencia de Su Alteza Real el Príncipe Moulay Rachid, estas personalidades afirmaron que las posiciones expresadas por la difunta, en todos los foros y en relación con todos los expedientes, siempre se han basado en la unidad de los marroquíes y la integridad del territorio de Marruecos.
A este respecto, M’Barek Bouderka, ex miembro de la Instancia Equidad y Reconciliación, destacó que las posiciones de la difunta Aicha El Khattabi eran «patrióticas, firmes y honorables», añadiendo que la difunta, que era una ferviente defensora de la integridad territorial del Reino, consideraba que los progresos realizados en las provincias del Norte durante las dos últimas décadas son «milagros».
Destacó que la difunta Aicha El Khattabi tenía una gran estima por la augusta persona de SM el Rey Mohammed VI, habida cuenta de la alta solicitud que el Soberano tenía con la difunta y su familia.
Por su parte, Mohamed Mourabiti, miembro del Consejo Ejecutivo de la Organización Marroquí de Derechos Humanos, afirmó que Aïcha El Khattabi conservaba un afecto y una estima particulares por la augusta persona de SM el Rey, con respecto a la Alta benevolencia de la que el Soberano ha rodeado incesantemente a la población del Rif, a través de los proyectos e iniciativas de desarrollo lanzados con el fin de promover las condiciones de los habitantes de esta región.
Mourabiti subrayó que la difunta siempre ha expresado su orgullo por haber sido recibida en 2018 por el Soberano, con motivo de la celebración de la gloriosa Fiesta del Trono, considerando que esto atestigua el lugar que ocupaba, así como el interés concedido por SM el Rey al desarrollo de esta región del Reino y a la promoción de las condiciones de su población.
Señaló, por otra parte, que la difunta siempre ha dado muestras de patriotismo y de nacionalismo, al tiempo que manifestaba su gran orgullo de su patria y de su Rey, añadiendo que defendía las constantes de esta Nación y la unidad del Reino.
La difunta encarnaba la voz de la sabiduría y de la razón, lejos de toda veleidad y alineación estrecha, tras los acontecimientos de Alhucemas.
Por su parte, Charif Dardak, actor asociativo, subrayó que Aïcha El Khattabi era un símbolo de la mujer rifeña militante, recordando que soportó la prueba del exilio con su difunto padre.
El hecho de que haya nacido lejos de su país no le ha impedido sentir un verdadero afecto por su país, prosiguió, señalando que la llorada representaba a los rifeños profundamente apegados al Glorioso Trono Alauita y orgullosos de su pertenencia a Marruecos, de Tánger a Laguira.
Señaló que la difunta, gracias a su sabiduría, pudo hacer frente a todos los intentos de falsificar la historia del Rif y de instrumentalizar la figura de su padre con el fin de atentar contra la estabilidad del país.
Jamal Abernous, profesor investigador en la Facultad de Letras de la Universidad Mohammed I de Uchda, destacó las cualidades humanas de la difunta y su espíritu patriótico.
Originario del Rif, Abernous subrayó también el interés que sentía por las diferentes cuestiones que afectaban al Rif y a Marruecos en general, aprovechando su posición simbólica, su fibra social y su credibilidad para la defensa de las causas nacionales.
En declaraciones similares, familiares y amigos de la difunta Aïcha El Khattabi han puesto de relieve el espíritu humanista de la difunta, su hijo Mounir Boujibar saludando a una dama «afable, amada por todos».
Su cuñado, Salaheddine Boujibar, señaló que los hijos del difunto Mohamed Ben Abdelkrim El Khattabi «tenían todos derecho a la misma educación y seguían el mismo objetivo y la misma filosofía heredada de su difunto padre. Por lo tanto, estaban orgullosos de su marroquidad, siempre defendiendo su patria, de Tánger a Laguira».
Fatima Azbane, que fue una amiga íntima de la difunta durante medio siglo, señaló que la difunta Aïcha El Khattabi era una dama comprometida con las acciones caritativas, sin olvidar su militancia y su fervor patriótico.
