“Esta es la ambición de la declaración que firmaron, el lunes por la tarde, los dos jefes de Estado, la de construir y materializar en todos los ámbitos una asociación de excepción reforzada, con tres grandes objetivos”, dijo Barrot en una rueda de prensa tras entrevistarse con el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita.
Estos tres objetivos son la convergencia política frente a los grandes desafíos contemporáneos, la profundización de la asociación económica, en particular en los sectores estratégicos, y el refuerzo de la cooperación en materia de los vínculos humanos, del capital humano y de la cultura, precisó.
El jefe de la diplomacia francesa subrayó, también, que la relación entre Marruecos y Francia “está anclada en una memoria compartida y un patrimonio común”, en los lazos humanos con unos 700.000 marroquíes que viven en Francia y cerca de 80.000 franceses en Marruecos, así como en los lazos económicos, siendo Francia el primer inversor en el Reino con más de 1.000 filiales de sus empresas que contribuyen a cerca de 150.000 empleos, y Marruecos erigiéndose en el primer inversor africano en Francia.
En este contexto, subrayó la necesidad de dirigir hacia el futuro “esta asociación tan rica”, antes de recordar los 22 acuerdos bilaterales firmados el lunes bajo la presidencia de Su Majestad el Rey y el presidente francés, además de la veintena de otros acuerdos sellados el martes en el encuentro empresarial Marruecos-Francia.
Estos acuerdos abarcan ámbitos tan variados como la integración de las cadenas de valor y los ecosistemas industriales, la energía verde, las infraestructuras, la juventud, la innovación, la gestión de las migraciones y África, “para la que Marruecos siempre ha sido la puerta natural de Francia y Europa”, como subrayó Barrot.
Es en África donde “se juega gran parte de nuestro futuro, y donde debemos ser capaces de invertir juntos en el progreso”, afirmó el ministro francés.
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