En su intervención durante una sesión conjunta de las dos Cámaras del Parlamento celebrada con motivo del discurso del Presidente francés, S.E. el Señor Emmanuel Macron, Ould Errachid subrayó que estos vínculos se consolidan aún más gracias a la voluntad sincera que impulsa a los Jefes de Estado de los dos países, por su acción sostenida y su constante preocupación por fortalecer la asociación constructiva y las relaciones de fraternidad, amistad y cooperación multidimensional, en el marco del respeto y la estima mutuos.
El presidente de la Cámara de Consejeros expresó su determinación de prestar especial atención a la dimensión parlamentaria para apoyar los esfuerzos desplegados en este contexto, en particular a través de una diplomacia parlamentaria basada en las iniciativas y el diálogo parlamentarios pertinentes, con el fin de consolidar el entendimiento mutuo y la cooperación en las cuestiones de interés común.
Esta determinación, explicó Ould Errachid, va de la mano del contexto «radiante» que viven las relaciones marroquí-francesas, en la estela de la firma, el lunes, de la Declaración de los dos Jefes de Estado que inaugura un nuevo capítulo en la larga historia común entre los dos países amigos, izando esta relación al rango de asociación de excepción reforzada.
“Desde nuestra posición constitucional, saludamos altamente el contenido de esta Declaración histórica”, afirmó el presidente de la Cámara de Consejeros.
La visita del presidente francés, afirmó, «consagra nuestras relaciones bilaterales ancladas en la Historia y fundadas en bases sólidas de diálogo, de intercambios humanos y culturales, así como en una dinámica económica y comercial tan diversificada como renovada».
Respecto a la cuestión del Sáhara marroquí, Ould Errachid precisó que, como representantes de la nación, «queremos agradecer a Francia su posición histórica» sobre esta cuestión, muy elogiada por SM el Rey Mohammed VI en su discurso en la apertura del año legislativo en curso.
Señaló que esta posición histórica, expresada por un gran Estado miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y actor influyente en la escena internacional, apoya los derechos históricos del Reino, afirmando que hace triunfar el derecho y la justicia, así como la legalidad, y representa un punto de inflexión decisivo en la evolución positiva hacia una solución definitiva a esta cuestión, de acuerdo con la iniciativa de autonomía bajo la soberanía marroquí como única base para el arreglo de este conflicto regional artificial.
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