En una rueda de prensa organizada por la Oficina Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ), El Yousfi Alami señaló que, a la luz de los resultados de las pericias científicas a las que fueron sometidas las materias químicas, herramientas y mecanismos sospechosos incautados, se reveló que el peligro que representaba esta célula residía en el hecho de que las materias examinadas son esenciales para la preparación de diversos artefactos explosivos, señalando que estos artefactos se distinguen por su diversidad en términos de composición química, sensibilidad, peligrosidad, potencia explosiva y, en consecuencia, en términos de destrucción causada por la explosión de cada tipo.
En este sentido, precisó que el raticida, que era uno de los objetos incautados, estaba preparado para ser añadido a los clavos en la fabricación del artefacto explosivo, con el fin de hacerlo letal para las víctimas, en particular para los heridos.
En este contexto, indicó que, para realizar un peritaje técnico y científico, el Laboratorio Nacional de Policía Científica dependiente de la Dirección General de la Seguridad Nacional ha recibido un cierto número de estas materias incautadas en forma de precintos judiciales que podían clasificarse en tres apartados. La primera incluye productos químicos en forma de polvos y líquidos de diversos colores y formas. La segunda es una colección de clavos, alambre de hierro y alambre utilizado para soldar, mientras que la tercera incluye equipos y herramientas utilizados a menudo en los laboratorios.
Las pericias científicas realizadas por el laboratorio han confirmado que todas estas materias químicas pueden utilizarse en la preparación y fabricación de peligrosos artefactos explosivos caseros, que en algunos casos son más letales que otros explosivos, afirmó El Yousfi Alami.
La pericia científica ha demostrado que a través de estas materias químicas sometidas a la pericia del laboratorio es posible obtener varios artefactos explosivos que difieren en cuanto a componentes, sensibilidad, potencia explosiva y peligrosidad y, por tanto, en cuanto a destrucción, prosiguió.
El responsable señaló que estas materias tienen un doble uso, y están destinadas principalmente al uso civil, ya sea en la agricultura o la industria, o para fines médicos, entre otros, y agregó que su explotación se desvía, en este caso, para fines criminales, terroristas y subversivos.
En cuanto a la tercera sección de precintos judiciales, las pericias técnicas han confirmado que se trata de herramientas y equipos, algunos de los cuales se utilizan en laboratorios, añadiendo que su incautación con materias químicas, cables eléctricos y clavos sugiere que fueron adquiridos con vistas a preparar artefactos explosivos.
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