Organizado por iniciativa de la Delegación Permanente de la República Helénica ante la UNESCO, con el copatrocinio del Principado de Mónaco y la República Árabe de Egipto, este concierto-viaje, coordinado por la compositora griega Evanthia Reboutsika, se presentaba como una oda al Mediterráneo que conecta tres continentes: Europa, África y Asia.
La actuación, que congregó a artistas de dos orillas del «Mare Nostrum» para transmitir el mensaje de paz, algo que solo la música puede lograr, con melodías y cantos que unen a los pueblos más allá de las fronteras lingüísticas y de otras, estuvo marcada especialmente por partituras de música del Malhún, «Arte secular marroquí inscrito en 2023 en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad», tal como recordó en esta ocasión el embajador delegado permanente del Reino ante la organización de Naciones Unidas, Samir Addahre.
En un ambiente tranquilo, la Sinfonía mediterránea, dirigida con maestría por la violinista Evanthia Reboutsika, cautivó al público desde las primeras notas que resonaron en la sala principal de la Casa de la UNESCO.
Desde el público, los músicos hicieron una entrada magistral bajo los ritmos de los tambores, para luego encadenar baladas románticas y ritmos solares que evocaban los diferentes países del Mediterráneo, con secuencias armoniosamente interrumpidas por actuaciones de soprano, culminando en un intercambio musical greco-marroquí muy aplaudido, que destacaba especialmente a Majda El Yahyaoui, «muy orgullosa» de representar el patrimonio musical marroquí en este concierto portador de mensajes de paz, tolerancia y convivencia.
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