«Mi mayor deseo es ser la voz de los sin voz, los secuestrados en los campamentos y privados de sus derechos más básicos», declaró a la MAP al margen de la 57ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El Bihi, que estuvo detenido durante 40 años antes de regresar a su patria, afirma que las personas atrapadas tras los miradores de Tinduf están hartas de las promesas vacías de los dirigentes separatistas.
«Los campamentos de Tinduf son un lugar cerrado a la opinión pública mundial, a los actores extranjeros y a los medios de comunicación», deplora este activista comunitario que dirige la Liga del Sáhara para la Democracia y los Derechos Humanos.
Los saharauis secuestrados necesitan ahora más que nunca una acción internacional urgente para encontrar una solución definitiva a este conflicto regional, que ha durado ya demasiado tiempo, insistió.
«Esta es la esencia de nuestra responsabilidad como actores de la sociedad civil», señaló, indicando que está trabajando para llamar la atención de la opinión pública internacional sobre la realidad de lo que está ocurriendo en los campamentos de Lahmada.
En su intervención ante el máximo órgano de derechos humanos de la ONU, El Bihi afirmó que trabaja para «sensibilizar al mundo sobre la trágica situación de los rehenes y la urgente necesidad de una acción internacional que ponga fin a las violaciones sistemáticas de sus derechos fundamentales y garantice su derecho a una vida digna».
