Las asociaciones de Al Hauz, vectores de resiliencia y esperanza

Capitalizando una dedicación inquebrantable y un conocimiento preciso del terreno y sus limitaciones, el tejido asociativo de Al Hauz prosigue hoy sus acciones específicas de apoyo y asistencia a las poblaciones afectadas por la catástrofe.
La Asociación Tamunt para el Desarrollo de la Mujer y el Niño, una ONG de la comuna de Uirgan (62 km al sur de Marrakech), es un ejemplo concreto de esta oleada de solidaridad que sin descanso.
En una declaración a la MAP, la presidenta de la asociación, Houria Ait Nasser, ha señalado que Tamunt, que significa “juntos” en amazigh, ha desempeñado un papel clave para que las mujeres rurales puedan, al día siguiente del terremoto, reunirse en un espacio acogedor y solidario y seguir generando ingresos a través de la fabricación de alfombras tradicionales y productos locales.
 “Creada en 2016 gracias a la voluntad de las mujeres de la aldea de tener un lugar de intercambio y aprendizaje, esta organización ofrece, además de cursos de alfabetización, talleres de formación en tejido o labores de punto para las mujeres de la aldea”, añadió, haciendo hincapié en la importancia de salvaguardar y transmitir el saber hacer ancestral de las alfombras típicas de la región.
Por su parte, la tesorera de la Asociación, Kenza Fenjiro, señaló que la educación de los niños es uno de los principales ámbitos en los que se ha centrado Tamunt, ofreciendo mejores condiciones de aprendizaje y un lugar de expresión y desarrollo que permite equipar mejor a esta categoría de cara al futuro.
Subrayó la movilización constante de la sociedad civil a escala local y nacional, junto con las autoridades locales y los diferentes intervinientes, para responder lo mejor posible a las expectativas y preocupaciones de las categorías más vulnerables.
La Asociación Afaq, también con sede en Uirgan, ha puesto sus miras en otro aspecto igualmente importante y vital: garantizar un suministro suficiente en agua potable, movilizando recursos técnicos y humanos para cavar pozos capaces de bombear agua de acuíferos subterráneos.
El resultado: “Esta comuna rural ya no tiene que afrontar la falta de acceso al agua potable, gracias a los esfuerzos de las asociaciones locales que trabajan en estrecha colaboración con los socios públicos y privados”, explica el presidente de la Asociación, Mohamed Ayt Diouan.
Otras iniciativas han prosperado en los últimos meses, gracias al Programa de Desarrollo Social y Económico Inclusivo de Marrakech-Safi, financiado por USAID. En este marco, siete asociaciones han recibido apoyo técnico y financiero para poder poner en marcha proyectos de desarrollo destinados a contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población de la región.
Este es el caso de la asociación “Khotwa” de Marrakech, que ha podido supervisar una red de acompañantes en emprendimiento compuesta de 40 jóvenes, acompañar a más de 100 mujeres de diversas zonas de la provincia de Al Hauz y crear seis nuevas cooperativas femeninas.
Por su parte, la Asociación “Kholoud” para el Desarrollo, la Educación y la Comunicación en Youssoufia organizó sesiones de escucha, apoyo psicosocial y formación en habilidades de vida en favor de más de 400 mujeres afectadas por el terremoto, en las localidades de Ankal, Azkur, Amghras y Amizmiz.
Así pues, en las buenas y en las malas, las asociaciones locales siguen siendo un ejemplo brillante de resiliencia y compromiso, situando a las comunidades en el centro de los esfuerzos de reconstrucción.

 

En la región de Al Hauz, tras el terremoto del 8 de septiembre de 2023, las asociaciones locales compitieron en imaginación y creatividad para erigirse en vectores de resiliencia y esperanza, sembrando las semillas de la renovación para un futuro próspero a través de multitud de iniciativas.
11 Septiembre 2024
Al Hauz
non
Gratuit: 
non