«Para garantizar su seguridad hídrica y alimentaria, Marruecos ha puesto en marcha estrategias ambiciosas y ha lanzado varias iniciativas, entre ellas el Plan Nacional de Abastecimiento de Agua Potable e Irrigación 2020-2027, que ha acelerado las inversiones en el sector del agua mediante la construcción de presas, la reutilización de aguas residuales y la desalinización del agua», precisó Balla, en una reunión informativa conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y ONU-Agua sobre la Estrategia del Sistema de las Naciones Unidas sobre Agua y Saneamiento.
A través de estas iniciativas, el Reino pretende conseguir 1.400 millones de m3 de agua desalinizada para 2030, agregó Bella, destacando la construcción de autopistas del agua como parte de una redistribución equilibrada basada en la solidaridad entre regiones.
Asimismo, Balla recordó que el Reino, bajo las altas orientaciones de Su Majestad el Rey Mohammed VI, fue uno de los países pioneros en haber lanzado iniciativas multilaterales para combatir el estrés hídrico, como la Iniciativa de Adaptación de la Agricultura Africana (AAA), iniciada al margen de la COP22, que tuvo lugar en 2016 en Marrakech.
Tras destacar el papel catalizador de la FAO en el fortalecimiento de las asociaciones internacionales, Balla llamó a apoyar constantemente los esfuerzos de Marruecos a través de una mayor cooperación internacional, frente a los crecientes desafíos relacionados con el cambio climático, la sobreexplotación de los acuíferos y el aumento de las necesidades de agua para la agricultura.
La reunión fue organizada por la FAO con motivo del 30º aniversario del Sistema Mundial de Información sobre el Agua y la Agricultura (AQUASTAT).
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