En una rueda de prensa organizada por la BCIJ, Habboub subrayó que estos contenidos digitales tenían por objeto transformar a los miembros de la célula en personas abocadas a la muerte que pudieran implicarse rápidamente en la perpetración de atentados terroristas, señalando que la propaganda cibernética propugnada por Daech contribuyó a acelerar el ritmo y el nivel de extremismo de la célula de los tres hermanos, desempeñando un peligroso papel en su preparación para cometer proyectos terroristas solitarios según el método Daech, en particular posibles asesinatos y mutilaciones de cuerpos mediante tortura, además de atentados con explosivos destinados a causar los máximos daños humanos y materiales.
Esta célula ha revelado una vez más el nivel del recurso malintencionado de las organizaciones extremistas a las tecnologías de la información y las técnicas modernas de comunicación al servicio de sus objetivos terroristas, añadió, recordando que, desde 2016, los servicios de seguridad han podido detener a más de 600 extremistas que utilizaban plataformas de redes sociales y que planeaban cometer atentados terroristas, siguiendo el modus operandi del «lobo solitario», alentado por Daech como parte de lo que esta organización terrorista denomina «la durabilidad y continuidad de la guerra de desgaste».
Los servicios de seguridad han constatado recientemente que miembros de células terroristas desmanteladas utilizaban las redes sociales para crear grupos virtuales, con el fin de unificar sus orientaciones ideológicas e intercambiar su experiencia, particularmente en la fabricación de artefactos explosivos y venenos, así como ampliar el alcance de la propaganda terrorista y favorecer una rápida propagación del extremismo entre los menores y los jóvenes, afirmó Habboub. La mayoría de ellos habían manifestado su voluntad de cometer actos terroristas con sólo recibir formación virtual, agregó.
Además, las investigaciones llevadas a cabo con los miembros de la «célula de los tres hermanos» revelaron que planeaban unirse a las filas de la organización terrorista Daech en el Sahel una vez cumplidos sus planes terroristas, indicó el director de la BCIJ, añadiendo que esto ilustra claramente que las organizaciones terroristas activas en diversas zonas de tensión trabajan actualmente para garantizar medios de subsistencia y alojamiento con el fin de reclutar combatientes y sus familias procedentes de diferentes partes del mundo.
La región del Sahel se ha convertido en una verdadera fuente de amenazas para el Reino de Marruecos, ya que se ha establecido como el punto común del que proceden la mayoría de los extremistas detenidos desde 2022, advirtió Habboub.
De hecho, la mayoría de ellos habían planeado proyectos terroristas en Marruecos antes de viajar a esta región. Además, algunos de los máximos dirigentes de la organización terrorista Daech en la región del Sahel proporcionaban orientación y supervisión a distancia a células locales, como la célula de Had Sualem, explicó.
En este contexto, las estadísticas muestran que las autoridades marroquíes han desmantelado más de 40 células terroristas con estrechos vínculos con ramas de Al Qaeda o Daech en el Sahel africano. Del mismo modo, 130 extremistas marroquíes se han unido a las «zonas yihadistas» en África, Somalia y el Sahel desde finales de 2022, una cifra que pone de relieve la magnitud de las amenazas procedentes de esta región para la seguridad y la estabilidad del entorno regional.
Habboub recordó en este sentido que la DGST había alertado proactivamente a la comunidad internacional del creciente interés de Al Qaeda por la región africana del Sahel, al tiempo que advertía del riesgo de que la zona se convirtiera en un centro regional de organizaciones terroristas internacionales.
En cuanto a los objetivos de esta célula, el responsable señaló que las operaciones sobre el terreno y las investigaciones de seguridad han revelado que los miembros de esta célula terrorista preparaban operaciones con explosivos dirigidas contra lugares sensibles, además de uno de los grandes centros comerciales y comercios públicos frecuentados por clientes locales y extranjeros.
Para ello, participaron en una operación secreta destinada a tomar imágenes de estos lugares desde distintos ángulos e identificar las salidas para acceder a ellos, al tiempo que trazaban las rutas y circuitos que conducían a los mismos.
Desde el punto de vista logístico, los miembros de esta red adquirieron sustancias químicas y material de soldadura, así como productos de doble uso que pueden utilizarse para fabricar explosivos, procurando diversificar las ferreterías de donde los adquirían para despistar a las autoridades y evitar llamar la atención.
Refiriéndose al modus operandi del terrorismo individual y a las tácticas de los «lobos solitarios», Habboub reveló que los miembros de esta célula terrorista velaron por adquirir varias armas blancas de distintos tamaños para utilizarlas en operaciones de liquidación corporal y mutilación de cuerpos, teniendo en cuenta que recibían vídeos de dirigentes de Daech en la región del Sahel, que documentan operaciones de ejecución fuera de la ley con tortura y decapitaciones, así como otros actos bárbaros para orientarse en la realización de los actos planeados.
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