En esta reunión se discutieron los desafíos específicos de la inmigración entre los países de origen, tránsito y destino más afectados, así como las experiencias sobre la gestión de la crisis migratoria, con el tema principal las rutas migratorias del Mediterráneo occidental y del Atlántico.
Expresándose en esta ocasión, el presidente de la comisión cultural de la AP-UpM, Mohammed Zidouh, subrayó que el Reino de Marruecos, país en una encrucijada, ha sabido afirmarse como un actor clave en la gestión de los flujos migratorios y transformar estos desafíos en oportunidades, pasando de un país de tránsito a una verdadera tierra de acogida.
Hoy en día, Marruecos acoge en su suelo a más de 80.000 migrantes, una gran mayoría de los cuales en situación regular, dijo, señalando que dos importantes campañas de regularización, en 2014 y 2017, permitieron regularizar la situación de casi 50.000 personas.
Para él, «estas cifras reflejan una realidad según la cual Marruecos ya no es simplemente un país de tránsito, sino un país de acogida, un refugio donde se pueden reconstruir miles de vidas».
Al examinar las grandes líneas de la política migratoria del Reino, Zidouh subrayó que el programa «Migración y desarrollo» se había concebido para reforzar las competencias de los migrantes y favorecer su inserción en el mercado laboral, haciendo especial hincapié en la iniciativa empresarial y el acceso a la financiación.
Marruecos también ha intensificado su cooperación regional e internacional, destacó, considerando que es esencial «promover políticas de desarrollo inclusivas en las regiones de origen de los migrantes».
«Esto implica invertir en educación, salud y empleo para crear alternativas viables a la migración irregular», indicó.
Por su parte, la presidenta de la comisión de asuntos exteriores, defensa nacional, asuntos islámicos, asuntos de migración y MRE en la Cámara de Representantes, Salma Benaziz, ha subrayado que el Mediterráneo, encrucijada de civilizaciones y espacio de intercambios desde hace milenios, se encuentra hoy en el centro de »grandes desafíos migratorios».
Ante esta compleja realidad, resaltó, Marruecos ha adoptado un enfoque multidimensional, basado en valores universales y sobre todo mediterráneos, los de la solidaridad y la responsabilidad compartida.
«En un enfoque proactivo y humanista de la migración, el Reino logró reducir en un 30% los intentos de migración irregular hacia Europa entre 2020 y 2024, y desmanteló más de 1.500 redes de tráfico de personas en el mismo período», indicó, añadiendo que Marruecos ha regularizado la situación de más de 50.000 migrantes procedentes de 113 países, ofreciéndoles así acceso a los servicios sociales, educación y mercado laboral.
Poniendo de relieve la Agenda Africana de Migración, iniciada por Su Majestad el Rey Mohammed VI como Líder de la Unión Africana en materia de migración, la diputada marroquí destacó que Marruecos ha intensificado su cooperación con más de 20 países africanos en el marco de programas destinados a reducir la pobreza, crear empleos y reforzar las capacidades locales.
La presidenta del Congreso de los Diputados español, Francina Armengol, afirmó, por su parte, que es necesario abordar la gestión de las crisis migratorias sobre la base de un enfoque constructivo de la realidad migratoria y centrarse en una serie de acciones concertadas de solidaridad.
«La contribución de los migrantes a nuestras sociedades es esencial y seguirá siéndolo», sostuvo, llamando a una gestión «más humana y organizada», promoviendo vías legales y pasando de un enfoque puramente económico o comercial a otro más humano.
Armengol abogó por un discurso «constructivo» sobre la realidad migratoria, considerándola como una «oportunidad de desarrollo» tanto para los países de origen, tránsito y destino como para los propios migrantes, así como para las sociedades de acogida y de origen.
Asistieron a la reunión el Vvicepresidente de la Cámara de Representantes, Abdelmajid Fassi Fihri, el consejero diplomático de la Cámara de Representantes, Mounir El Jaffali, y la cónsul General de Marruecos en Las Palmas, Fatiha El Kamouri.
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