Numerosos habitantes de las ciudades gemelas se congregaron a lo largo del trayecto recorrido por la Comitiva Real, desde el Aeropuerto de Rabat-Salé hasta “Bab Assoufara”, dispensando un recibimiento caluroso y entusiasta al ilustre huésped del Soberano.
La nuemrosa multitud expresó su profunda alegría por el inicio de esta visita de Estado, que sin duda conferirá una nueva dinámica a las relaciones de amistad y cooperación enraizadas en la historia de los dos países y pueblos.
Las banderas marroquí y francesa ondeaban una al lado de la otra sobre los edificios, adornando las principales avenidas de las dos ciudades, que se engalonaron con sus mejores atuendos con motivo de esta visita-evento, que consolidará aún más las relaciones de amistad y cooperación entre Marruecos y Francia, dando a esta visita de Estado del presidente Macron al Reino toda su dimensión histórica.
Jóvenes y mayores, hombres y mujeres, se alinearon a lo largo del itinerario de la Comitiva Real para saludar la amistad franco-marroquí, ovacionando a los dos Jefes de Estado, Su Majestad el Rey y el Presidente francés, mientras grupos folclóricos interpretaban melodías del repertorio popular de las diferentes regiones del Reino, en un ambiente festivo acorde con el carácter excepcional de las sólidas relaciones de amistad que unen a los dos países.
Al paso de la comotiva real, los habitantes saludaron a los dos Jefes de Estado, aclamando al Soberano y glorificando la amistad marroquí-francesa.
Su Majestad el Rey y su ilustre huésped respondieron con sus manos a las ovaciones de los jubilosos ciudadanos, que ondeaban banderas marroquíes y francesas.
En un gran gesto de comunión y espontaneidad, Su Majestad el Rey detuvo la comitiva para acercarse, junto con el Presidente francés, a las multitudes, ante los vítores de los jubilosos ciudadanos.
Al llegar a la puerta de “Bab Assoufara”, la comitiva real se dirigió a la Plaza del Mechuar del Palacio Real de Rabat, escoltada por la fanfarria y la caballería de la Guardia Real.
Es tradicional que la caballería de la Guardia Real realice este tipo de desfiles cada vez que el Soberano reciba a huéspedes importantes del Reino, para poner de relieve las dimensiones especiales de las relaciones bilaterales y demostrar, como en esta ocasión, los profundos vínculos entre el Reino de Marruecos y la República Francesa.
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