«El nuevo programa pretende reforzar la resiliencia climática y la gestión de riesgos en la agricultura de secano, promoviendo prácticas climáticamente inteligentes y mejorando la gestión del agua y de los suelos mediante la agricultura de conservación», indica, en un comunicado, la institución financiera internacional, con sede en Washington.
El programa también contribuirá a mejorar las condiciones de vida y la calidad de los empleos estabilizando los rendimientos y mitigando los riesgos climáticos, principalmente mediante la promoción de la agricultura sin labranza y el aumento de la superficie cubierta por sistemas de seguros agrícolas reformados, añade la misma fuente.
Esta iniciativa también reforzará la seguridad alimentaria, la calidad de los alimentos y la seguridad nutricional, apoyando la expansión de la agricultura biológica en 25,000 hectáreas, mejorando el control de calidad del aceite de oliva, y mitigando los riesgos sanitarios asociados a los alimentos en la distribución, mediante la mejora de las normas sanitarias en aproximadamente 1.200 puntos de venta.
Según el Banco Mundial, el programa también está destinado a ayudar a los agricultores a producir y comercializar productos alimentarios de calidad y a aumentar sus ingresos mejorando su acceso a los mercados. Asimismo, permitirá reducir el desperdicio de alimentos, fortalecer las capacidades de los sectores público y privado, y sensibilizar sobre la seguridad nutricional.
En total, el programa debería beneficiar a 1,36 millones de personas, incluyendo cerca de 120.000 agricultores y más de un millón de consumidores, gracias a la mejora de la seguridad sanitaria y nutricional de los alimentos.
«Al apoyar una implementación ambiciosa de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes, este programa innovador respaldado por el Banco Mundial, ayudará a Marruecos a crear empleos verdes en las zonas rurales y a reforzar la seguridad alimentaria nacional, conforme al programa Generación Verde 2020-2030 del país», declaró Ahmadou Moustapha Ndiaye, director del Banco Mundial para el Magreb y Malta.
Una donación de 5 millones de dólares del Fondo para un Planeta Vivible (LPF) «reforzará estratégicamente el programa, apoyando a los pequeños agricultores para implementar un sistema innovador de incentivos desacoplados, facilitando su transición de prácticas agrícolas convencionales a prácticas climáticamente inteligentes», concluye el comunicado.
Comentarios
0